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Maltrato Infantil

El maltrato hacia la infancia es un problema universal que ha existido desde tiempos remotos. Antiguamente, la población infantil carecía de estructuras políticas que le protegían, por lo que era bastante usual que las familias se desembarazaran con facilidad de los hijos sin recibir a cambio castigo alguno. Sólo desde hace escasas décadas se ha considerado al maltrato infantil como un problema de profundas repercusiones psicológicas, sociales, éticas, jurídicas y médicas.

Definición y clasificación

Por regla general, todas aquellas acciones que van en contra de un adecuado desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño, podrían considerarse como maltratos infantiles. Ello supone la existencia de un maltrato físico, negligencia, maltrato psicológico o un abuso sexual.

El maltrato físico

Este maltrato engloba una serie de actos perpetrados por la puesta en práctica de la fuerza física de modo inapropiado y excesivo. O sea, es aquel conjunto de acciones no accidentales ocasionados por adultos (padres, tutores, educadores, grupo de iguales, etc.) que origina en el niño un daño físico o enfermedad manifiesta, debido a castigos punitivos intensos. En algunos casos, estos actos son llevados a cabo por agresores que dan rienda suelta a su sadismo con la criatura más indefensa; en otros, pierden el control y se dejan llevar por descargas emocionales que por regla general son tormentosas; es decir, muy intensas y de corta duración. Las lesiones originadas con las propias manos o con instrumentos (cables, cinturones, zapatillas, barras de hierro, palos, cuchillos, cigarrillos, etc.) en ocasiones pueden ser definitivas para la supervivencia del niño maltratado.

La negligencia o abandono

En oposición al maltrato físico la negligencia es una falta de responsabilidad parental que ocasiona una omisión ante aquellas necesidades vitales que el niño necesita para su supervivencia y que no son satisfechas temporal o permanentemente (Zuravin, 1991). Una definición comúnmente adoptada es la de Polansky, De Saix y Sharlin (1972). Para estos autores el abandono es toda aquella situación deliberada en la que el padre, madre o tutor, permiten que el niño sufra una situación que podría ser evitada y/o fracasan en proporcionarle una serie de aspectos fundamentales para el desarrollo normativo de las capacidades físicas, cognitivas y emocionales. Distintas investigaciones han puesto de manifiesto que el maltrato físico y la negligencia suelen existir de modo simultáneo en las víctimas maltratadas. Creemos que son tres las variables que las convierten en potencialmente peligrosas: el tipo de omisión parental (no es lo mismo la falta de alimentación neonatal que la ausencia de higiene), la cronicidad de esa omisión (a mayor tiempo, mayor posibilidad de muerte) y la edad del niño (que puede ser determinante).

El maltrato emocional

Es un tipo de abuso que presenta muchas dificultades para poder detectarlo y para conocer su grado o cuantía. Si el maltrato físico produce lesiones en la piel o en los huesos, el maltrato psicológico deja secuelas difícilmente detectables que al cabo del tiempo emergen con fuerza, evocando sintomatologías más o menos graves y de difícil solución. Se podría definir como aquel conjunto de manifestaciones crónicas, persistentes y muy destructivas que amenazan el normal desarrollo psicológico del niño. Estas conductas suelen aparecer en forma de insultos, desprecios, rechazos, confinamientos y amenazas que impiden la normal interacción del niño dentro del seno familiar

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